La soledad no deseada como aspecto cotidiano de nuestra sociedad
La soledad no deseada es un problema de creciente salud pública, reconocido por la OMS. El individualismo y el ritmo de vida actual han erosionado las redes de apoyo social, dejando a muchas personas aisladas, especialmente aquellas con desarraigo social.
Nico Rodríguez
Josep Maria Mohamed
La soledad no deseada se ha convertido en un fenómeno cada vez más prevalente y complejo en nuestra sociedad contemporánea, tanto es así que a finales de 2023 la OMS emitió una alerta sobre esta cuestión, reconociéndola como un grave problema de salud pública a nivel mundial.
Este fenómeno de la soledad no deseada no es simplemente una coincidencia, sino que refleja los cambios profundos en la forma en la que vivimos e interactuamos el conjunto de la sociedad. El individualismo imperante, junto con el ritmo acelerado de la vida, ha erosionado las redes sociales y familiares, dejando a muchas personas sin un apoyo emocional y comunitario adecuado. En este sentido, la soledad no deseada se convierte en una filosofía de vida de nuestro tiempo.
Nos situamos en islas que coexisten conjuntamente, pero sin entablar vínculos entre ellas, delegando aspectos esenciales del ser humano en espacios de conocimiento y experiencia individuales. De esta forma, individualmente, las situaciones de salud mental las delegamos a expertos en salud mental, aspectos sociales las trasladamos a técnicos expertos en intervención social para que sean ellos quienes lo resuelvan, vaciando los espacios comunitarios de responsabilidad y apoyo mutuo.
Esta disección y clasificación de los rasgos humanos nos extirpa un rasgo fundamental de nuestra naturaleza que es el de socializarnos, formar parte de una comunidad y que ésta sea el espacio de acogida donde poder sostenernos y solidarizarnos.
Desde nuestro acompañamiento a personas que han estado en situación de sin hogar y que acceden a una vivienda a través del programa Primer Llar, constatamos que esta dificultad para encontrar un espacio social acogedor es todavía más palpable cuando nos situamos junto a personas que han vivido desde prácticamente su origen un desarraigo social, muchas veces sin experiencias previas de acogida comunitaria y con un recorrido vital en el que los diferentes servicios por los que han pasado lo han clasificado según un diagnóstico de salud mental, situación económica o residencial .
El desarraigo y la carencia de pertenencia son aspectos centrales que pueden impactar la autoestima, la percepción de uno mismo y también pueden contribuir a la experiencia de la soledad no deseada en el contexto de la diáspora. La sensación de no pertenecer a ningún sitio en particular puede llevar a la persona a cuestionarse la valía personal y la identidad cultural. A menudo, las personas en la diáspora pueden sentirse solas incluso en medio de una multitud, ya que carecen de conexiones significativas y relaciones cercanas.
Las personas que acompañamos nos explican que la experiencia del exilio forzado, tener que vivir una vida nómada constante, es la que les hace sentir un vacío existencial y acaban convirtiéndose, a los ojos de los demás en un nada.
En este sentido, es importante contemplar el arraigo y el desarraigo y cómo las consecuencias de estas impactan de lleno en la persona, siendo el centro de nuestra intervención desde la metodología Housing First, que se traduce en un acompañamiento de forma intensiva , flexible según las necesidades y la situación personal, así como hacer de nuestras visitas espacios de cuidado, baja exigencia y reconocimiento del otro.
Nuestro reto profesional está siendo encontrar otros espacios comunitarios en los que se pueda replicar las particularidades que se aplican en nuestro acompañamiento, a fin de hacer frente a esta realidad que, como decíamos al principio, cada vez está siendo más protagonista de nuestro tiempo.
Es necesario hacer presente esta realidad, ya que no podemos permitir que se esté creando una sociedad donde lo inhumano se convierta en lo cotidiano. Debemos trabajar colectivamente para crear una sociedad en la que la conexión humana y el apoyo comunitario sean valores fundamentales.
Este artículo ha sido publicado en Social.cat a fecha 14/06/2024