Najim, participante de Futuro&Co

Najim tiene 23 años y lleva 2 años en el programa de jóvenes. Nos cuenta cómo ha cambiado su vida en este tiempo “Mucho cambio. De todo. Si estás fuera (en la calle) no tienes donde ir… y, claro, no vas a hacer nada, ¿sabes? ni vas a estudiar, no vas a hacer nada. Cuando he tenido un sitio donde dormir… a partir de ahí he mejorado”.

Najim llegó de Marruecos en plena pandemia del Coronavirus. Pasó un periplo entre un centro de menores, vivir en la calle, en una casa, en una habitación de alquiler a la que accedió por medio de educadores de calle y gracias a los pequeños ahorros que tenía de trabajos puntuales, hasta que pudo acceder al proyecto de jóvenes Futur&Co donde ha iniciado un nuevo camino. “Vine a España a buscarme la vida, porque allí no hay nada. Yo trabajé desde los 11 años en Marruecos. Trabajé durante 5 años y no hice nada. 5 años trabajando en bares, en cafeterías, restaurantes y nada…”. Ahora ha podido obtener el NIE y está estudiando tornero fresador. Una formación que le gusta y le permite obtener el arraigo por formación.

Reconoce que la vida en la calle no ha sido fácil y ha tenido algunas situaciones de conflicto “en la calle vas a tener problemas, eso seguro” admite. Reconoce que antes de entrar en Furutr&Co la policía le paraba con frecuencia. Recuerda especialmente cuando tuvo una orden de expulsión o cuando trabajó en Glovo y la policía registró el pedido que llevaba, hasta el punto que tuvo que anular la entrega “llevaba comida de perro. Me pararon porque iba en bici en contra dirección. Abrieron la comida para ver si llevaba droga dentro”.

Gracias al proyecto de jóvenes, Najim vive en un piso compartido con otros 4 chicos con los que comparte motivaciones y momento vital “estoy bien con ellos y ellos también están bien conmigo”, además, tiene un acompañamiento social con profesionales que le dan soporte en diferentes esferas de su vida. Reconoce que Futur&Co ha sido importante para él “me ha ayudado mucho. Ha sido importante para conseguir los papeles. También te dan para comer, te dan lugar para dormir…”, aunque admite que “me tienen que dejar un poco solo porque ya puedo hacer muchas cosas. Mirando para el futuro… va a venir un día en que me tendré que ir yo solo”.

Najim ha sufrido el estigma de ser joven y de origen marroquí, pero ahora esta etapa ha pasado y disfruta de una vida más estable. “He cambiado de todo, de manera de pensar también. Antes solo pensaba en estar con amigos, parque, beber alcohol, fumar… esto ya no… ahora tengo que ir a entrenar, estudiar, buscar una vida mejor”.

Este es su primer año con permiso de residencia y podrá ir a Marruecos a ver a su familia, cuando termine el curso.