Elisa Duro, participante del programa Housing First - Llars
La soledad es muy dura y, a veces, la soledad no la buscamos.
Elisa Duro es participante del programa Housing First – Llars desde hace 4 años. Actualmente trabaja como empleada del hogar y sigue vinculada a varios proyectos como voluntaria que inició poco tiempo después de acceder a la vivienda.
Elisa, coméntanos qué voluntariado estás realizando
Son llamadas a gente mayor, la iniciativa se llama Radars. Es del ayuntamiento. Yo llamo a las personas que tengo en mi lista para preguntarles cómo están. Es para saber si están bien o si necesitan ayuda. Hay algunos que no hablan mucho, que te dicen ‘sí, estoy bien, gracias. Adiós’ y ya está. Pero tengo a dos personas que hablan, son las que más me hablan y se lo agradezco a las dos. Las llamo una vez a la semana. Al final les coges cariño.
¿Dónde estás viviendo actualmente?
Ahora mismo estoy viviendo en un piso en la Zona Franca, en un piso de Housing First – Llars. Y ya llevo 4 años allí.
Antes de acceder a este piso, ¿cuánto tiempo habías estado sin vivienda?
Estuve 4 o 5 años. Durante esos años estuve en Creu dels Molers, en Hort de la Vila, en un piso compartido del programa Llars… Y cuando me dijo Edu que iba a tener un piso… vamos… fue una sensación increíble. ¡Mi piso! Por fin algo que es mío
.
¿Recuerdas cómo fue la primera vez que entraste en el piso?
Me acuerdo de muy poco, la verdad. Pero sí de la sensación de que iba a estar allí yo sola sin que nadie me domine, sin que nadie te mande a hacer nada. La libertad de estar en tu casa sin que nadie te critique, sin dar explicaciones a nadie…
¿Hubo algún cambio en tu día a día después de entrar al piso?
Cuando yo entré al piso no trabajaba, estuve una temporada bastante sola. Hasta que empecé a trabajar y a salir. ¿Quién me iba a decir que iba a hacer un voluntariado en Sant Boi? ¿Quién me iba a decir que iba a estar en Radars? Y me siento muy afortunada y muy agradecida de estar en estos voluntariados
.
¿Podrías hablarnos un poco sobre tu trabajo?
Soy empleada del hogar y cuido a un señor mayor. Estoy con él, limpio la casa, pongo las lavadoras, voy a comprar y hago la comida. Voy allí de lunes a viernes, y estoy muy contenta. Es más, hace un tiempo me rompí un dedo del pie, pero sabiendo que ese señor me necesitaba fui a trabajar. Si esa persona a mí me necesita, ¿quién soy yo para decirle que no? Y por tres horas al día no me iba a coger la baja. Para mí, mi trabajo es una responsabilidad, porque yo sé que esa persona me necesita
.
¿Cómo vives ese sentimiento de notar que alguien te necesita?
Yo solo sé que, si esa persona o personas te necesitan, tienes que hacerlo. Yo no me arrepiento de haber ido a trabajar con el dedo roto, al contrario. Y creo que, si tuviese que volver a hacerlo, lo haría. No estamos hablando de un señor joven, estamos hablando de un señor que tiene casi 94 años, que es autónomo, pero tiene sus dificultades, entonces yo voy a trabajar.
Tienes una red muy importante entre el trabajo y el voluntariado que realizas, pero, aun así, alguna vez nos has comentado que te sientes sola. ¿Nos podrías explicar un poco acerca de este sentimiento?
Sí, yo me siento sola. Yo acabo mi trabajo y me siento sola. Porque no sé cómo gestionarlo. Yo acabo mi trabajo y digo ‘¿y ahora qué hago yo?’, y me entran ganas de llorar
. Yo he tenido días que, estando bien, me sentía sola
. Y claro, en el piso sin ruidos, sin vecinos, sin nada, ¿con quién hablo? ¿Con los gatos? La soledad es muy dura y, a veces, la soledad no la buscamos.
¿Y cómo crees que se le puede hacer frente a la soledad?
Supongo que, aprendiendo a gestionarla, a trabajarla. Tengo que decir ‘vale, estoy sola, pero, ¿qué puedo hacer?’. Pero todo se acaba, el trabajo se me acabará, el señor tiene 94 años, no me va a durar para siempre. El voluntariado esperamos que no acabe, pero lo demás...
¿Has tenido otros momentos soledad a lo largo de tu vida o has empezado a sentirla ahora?
Yo creo que toda mi vida ha sido soledad
. Toda. Creo que desde que nací he estado sola, o me hicieron sentir sola o encerrada.
¿Qué crees que te falta para acabar de estar bien del todo?
No sabría decírtelo. Pero es algo que estoy trabajando con la psicóloga, que también me ha dicho que tengo que aprender a respirar para controlarme.