Una veintena de personas superan la situación de exclusión residencial gracias al proyecto Insula
El proyecto Insula nació en junio de 2019 con el objetivo de que personas solas y familias en situación de exclusión residencial se pudieran recuperar y pudieran acceder y mantener una vivienda, con el apoyo de un acompañamiento social específico y preventivo para evitar que volvieran a una situación de sinhogarismo.
Insula promueve la autonomía y apodera a las personas y familias en situación de exclusión residencial. Durante los primeros 5 años del proyecto se han atendido a 54 personas, 15 de ellas solas y 39 pertenecientes a 12 núcleos familiares. 18 personas ya han salido del proyecto y se prevé que 5 lo hagan en lo que queda de año. Además, durante los 5 años se han conseguido incorporar 14 viviendas al proyecto: 3 viviendas compartidas para personas solas provenientes de una situación de sin hogar y 11 viviendas unifamiliares, destinadas a familias provenientes de una situación de vivienda insegura.
Insula es fruto del trabajo conjunto de 4 entidades sociales expertas en exclusión social: Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Joan de Déu Serveis Socials Barcelona, Fundació Mambré, y Fundació Formació i Treball. Las 4 entidades aportan su experiencia en 3 áreas complementarias (laboral, social y residencial) para que la mejora de la situación de exclusión de la persona atendida sea completa. Formació i Treball realiza y gestiona itinerarios individualizados por las personas participantes a nivel de inserción laboral; dando acceso cuando sea posible a contratación en sus empresas de inserción; Mambré realiza la búsqueda y captación de vivienda, y es la responsable de la formalización de contrato de residencia, gestión de cobros del alquiler y suministros, tramitación de ayudas públicas de alquiler y de la adecuación y mantenimiento de infraestructuras de la vivienda; Sant Joan de Déu Serveis Socials ofrece un acompañamiento social centrado en la persona y/o familia, aplicando los principios de la metodología housing first, desde una óptica integral, comunitaria y de trabajo en red, que facilitan el mantenimiento de la persona participante en la vivienda; Cáritas facilita el apoyo jurídico y psicológico; además, Sant Joan de Déu y Cáritas Diocesana de Barcelona derivan a las personas y familias participantes, y aportan un fondo económico destinado a facilitar becas económicas a las personas participantes, para poder hacer frente al alquiler y suministros.
Insula es un proyecto innovador por 3 aspectos fundamentales: hace una separación contractual de la vivienda y el acompañamiento social, de modo que cuando finaliza el acompañamiento social, la persona o familia puede mantener la vivienda en la que ha estado viviendo mientras duraba la acompañamiento social, favoreciendo que no se rompan los vínculos con la comunidad, los centros educativos... y evitando el riesgo de no encontrar una vivienda asequible, manteniendo el contrato con la Fundación Mambré, que garantiza el derecho a la vivienda; se trabaja con la alianza de 4 entidades que permite ofrecer un servicio más eficiente y eficaz, dado que aprovecha las estructuras preexistentes de las entidades promotoras; y se inicia un piloto para el diseño de la metodología de la intervención por fases que ha permitido adecuar el nivel de acompañamiento a cada etapa de la persona y familia. Se pretende que esta metodología se valide próximamente en colaboración con una institución académica.
Durante los primeros 5 años de Insula, 13 personas han podido acceder al mercado laboral mediante la capacitación y el acompañamiento de la Fundación Formació i Treball, 11 de ellas en empresas ordinarias y 2 en empresas de inserción. Con Insula se ha vuelto a poner en evidencia la brecha digital que sufren las personas en situación de exclusión y la necesidad de facilitar el acceso y la formación en TICs, la necesidad de soporte emocional y en la realización de trámites y gestiones, y apoyo en la conciliación familiar.
Con Insula se demuestra que un acompañamiento social en una vivienda unifamiliar permite a las familias definir un proyecto de futuro y salir de la situación de exclusión de la que provenían. Los 5 años de Insula con resultados muy positivos abren la posibilidad de escalar el proyecto en el mismo territorio, así como en otros territorios con igual problemática de exclusión residencial. Su flexibilidad ha permitido la adaptación a distintos colectivos como familias monoparentales de madre, con el proyecto Vesta; o jóvenes con el proyecto Futur&Co, y abre la posibilidad a adaptarse a otros colectivos, como el de personas mayores, que está sufriendo una acentuación de la situación de sinhogarismo.