Camparecemos en el Parlament para defensder la Propuesta de ley para hacer frente al sinhogarismo en Cataluña
El pasado 15 de marzo, en Salvador Maneu, director de SJD Servicios Social, Teresa Bermúdez, responsable del Programa Vivienda Compartida y Carles Olesti, participando en el programa de vivienda individual, comparecieron en el Parlamento para exponer su posición sobre la Proposición de ley de medidas transitorias y urgentes para hacer frente y erradicar el sinhogarismo.
Salvador Maneu manifestó su preocupación porque "la situación de vulnerabilidad y exclusión residencial no para" y pidió un esfuerzo económico para erradicar este problema social. Durante su discurso, destacó que la nueva Ley de sinhogarismo en Cataluña será "un instrumento muy valioso" que aportará "luces largas en el abordaje del sinhogarismo". Destacó 4 grandes aportaciones de la ley: en primer lugar, reconocer una serie de derechos básicos a las personas en situación de sin hogar, entre ellos, la figura del espacio residencial digno, configurado como un derecho de carácter subjetivo; en segundo lugar, la Ley ordena la cooperación entre administraciones y con las entidades sociales y espolea en el Gobierno de la Generalitat al impulso de instrumentos de planificación; en tercer lugar, el texto contiene una previsión específica para dar respuesta a las situaciones de sinhogarismo complejo, entre ellas, se obliga a las administraciones públicas a coordinar sus protocolos sociales y sanitarios en la atención a personas sin hogar; en cuarto y último lugar, la ley aporta equidad territorial. Maneu acabó su comparecencia destacando que “dignificando la vida de las personas más frágiles nos dignificamos como sociedad”.
Teresa Bermúdez secunda la idea de la necesidad de aplicar más esfuerzos, mencionando que "las políticas para abordar el sinhogarismo han estado intermitentes y desiguales en el territorio catalán". Bermúdez expuso 3 motivos por los que considera que las iniciativas y propuestas que se han hecho en sinhogarismo se han puesto en marcha con un “presupuesto y os desplazamiento insuficientes”: en primer lugar, la carencia de voluntad por parte de las administraciones públicas para aplicar modelos, estrategias, propuestas de actuación sobre el sinhogarismo; en segundo lugar, la poca reserva presupuestaria para desplegar acciones y una débil política pública para combatir la exclusión residencial; y, en último lugar, una concepción ideológica de las personas en situación de sin hogar como (no) ciudadanos de derechos de la que también bebe la política actual y que impregna las decisiones políticas, las normas y las leyes que tenemos en vigor. Bermúdez recordó que las personas sin hogar parecen estar en el olvido dentro del ámbito político, puesto que a pesar de que están recogidas en el discurso político, “están excluidas dentro de las supuestas políticas inclusivas y nada se mueve... La actual (no) acción política e institucional produce y contribuye a un tipo de vulnerabilidad y precariedad que pose en ciertas vidas (la de las personas sin hogar) fuera de consideración real”.
Carles Olesti explicó a las diputadas y diputados como fue su experiencia de vivir en la calle, así como algunas de sus vivencias más impactantes durante estos últimos años y como las ayudas sociales no han estado suficientes. Entre otros cosas, ha incidido en la importancia de acceder a una vivienda y ha pedido más facilidades para las personas que viven en la calle en ámbitos como el transporte público, para que puedan hacer entrevistas de trabajo. También hizo énfasis en la necesidad que servicios sanitarios y sociales estén coordinados para evitar que después de un tratamiento médico una persona tenga que vivir en la calle.