Campaña para rehabilitar y llenar de vida un piso vacío
¿Tienes un piso vacío por rehabilitar, pero te falta tiempo y dinero? ¿Te gustaría rehabilitar tu piso y, a la vez, destinarlo al alquiler social? Se calcula que sólo en Barcelona hay más de 8.000 pisos vacíos, muchos de ellos en mal estado. Así mismo 3.000 personas no pueden acceder a una vivienda.
Para dar respuesta a esta situación la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Cáritas Diocesana de Barcelona y Coop57 han creado un fondo económico para dotar de financiación a aquellos propietarios que quieran reformar una vivienda y a la vez ponerlo en alquiler para atender a personas que se encuentran en situación de exclusión residencial. La Fundació Mambré es la gestora de este programa de rehabilitación.
¿Cómo funciona el FRH?
El FRH es un fondo económico para la financiación de reformas en viviendas vacías. Con el acuerdo del propietario, la Fundación Mambré utilizará los recursos económicos del Fondo para hacer las reformas necesarias y tener el piso en condiciones para ser alquilado. Todo el trabajo técnico y de seguimiento será gestionado por el equipo de Mambré. Una vez reformado, la misma Fundación será la inquilina, destinando la vivienda a personas o familias vulnerables. La propiedad cobrará cada mes el alquiler acordado. Durante el tiempo necesario, resultado de la inversión hecha en las reformas, se producirá una carencia para compensar el gasto realizado.
Una acción de responsabilidad social
El FRH es una de las estrategias que utiliza la Fundació Mambré para que cada día sean menos las personas que se encuentren en situación de exclusión residencial y puedan acceder a un piso, creando su propio hogar. El hogar, nuestro espacio íntimo, donde creamos nuestras relaciones, donde nos sentimos a gusto, donde podemos descansar... mucho más que un espacio físico.
Actualmente Mambré gestiona 250 pisos, dando servicio a más de 600 personas. La Fundación se propone durante 2020 romper la barrera de los 300 pisos y estar día a día más cerca de las más de 3.000 personas que, sólo en Barcelona capital, se encuentran en situación de sinhogarismo.