Acogemos 21 personas refugiadas de Ucrania
El 30 de mayo accedieron 11 mujeres y sus hijos e hijas a la casa de acogida que hemos adecuado en el municipio de Calella para atender todas las necesidades de estas familias.
El proyecto de acogida de Calella cuenta con 31 plazas de atención residencial temporal para el acompañamiento integral de mujeres adultas desplazadas por la situación del conflicto bélico en Ucrania, y con hijos e hijas menores a cargo.
Antes de acceder en nuestro centro, las mujeres y sus hijos e hijas ya se encontraban en Callela atendidas en los dispositivos de primera acogida y CREADE (centros de recepción, atención y derivación a personas refugiadas). En esta nueva etapa disponen de unes instal·lacions más adecuadas para la vida diaria que les permitirá, durante el tiempo que tengan que estar lejos de su casa, llevar una vida lo más normalizada posible. Durante la estancia en la casa procuraremos a las personas atendidas el bienestar personal, la cobertura de las necesidades básicas (alimentación, higiene, seguridad), la escolarización de los menores y la participación en casales infantiles de verano, la formación de los idiomas español y catalán, la ayuda en tramitaciones legales, así como el acompañamiento en trámites y visitas sanitarias.
Acompañamiento interdisciplinario
A pesar de que todas las mujeres cuentan con una gran autonomía, se las acompaña con un equipo profesional interdisciplinario entre las que se encuentran educadoras e integradoras sociales, una intérprete – mediadora y personas voluntarias de apoyo. Este equipo realiza intervención directa basada en el programa de acogida y convivencia, y coordinación con los diferentes servicios (ayuntamiento, colegios, centros sanitarios y otros). También se les ofrece acompañamiento en el proceso de inserción sociolaboral y apoyo jurídico y psicológico como un recurso externo facilitado por diferentes servicios municipales.
El contacto con la familia en Ucrania y la alimentación son las grandes preocupaciones
Según explica Puri Rojo, coordinadora del proyecto, las preocupaciones de las mujeres son quien las acompaña al médico y la alimentación, puesto que llevan 3 meses comiendo de càtering y necesitan las comidas habituales de su país de origen. Por otro lado, Rojo también explica que todas las mujeres mantienen contacto diario con sus familias que se encuentran en Ucrania. Las instalaciones de la vivienda, como la disponibilidad de wifi o de una gran cocina, permiten que se puedan cubrir estas necesidades. Rojo también admite que todas las familias atendidas sufren una gran preocupación porque no saben qué futuro los espera, pero han sabido asumir esta incertidumbre con serenidad puesto que tienen claras sus limitaciones en este sentido.
Natalia es una de las mujeres que vive en la casa de Calella desde el pasado 30 de junio, acompañada de su hija y su nieto; ella afirma estar muy sorprendida con la acogida “me han atendido muy bien. Tengo la sensación de estar en una familia”. Le ha gustado mucho porque todo está muy limpio y de momento está muy contenta. El plan más inmediato es “aprender el idioma”. Dado que una de las cosas que le está costando más de la nueva etapa es la alimentación, ya que echa de menos la comida ucraniana, se está organizando con otras mujeres de la casa para poder hacer un menú de su gastronomía de origen. Natalia reconoce que todas las mujeres están buscando la manera de encontrarse bien juntas porque tienen caracteres diferentes y tienen que conseguir una convivencia agradable para todas. Por otro lado, Natalia enfatiza “quiero dar las gracias para facilitarnos poder estar cómodas a casa. Estamos muy contentas con las profesionales y muy agradecidas”.
Instalaciones completas
La casa de acogida se encuentra en el centro de la población de Calella, en el Maresme, y consta de dos edificios de 3 plantas y patio exterior. Dispone de buena comunicación con transporte público y está próxima a servicios de salud de la localidad. Tiene una capacidad de 31 plazas, distribuidas en 18 habitaciones con baño, que se organizan por familias, y con espacios compartidos como la cocina. La casa está equipada con calefacción, ascensor y wi-fi. El proyecto se realiza en alianza con las religiosas Hijas de Sant Josep, propietarias de la casa.
Puri Rojo entiende que “la acogida la tenemos que hacer desde el centro. Queremos conseguir que entre ellas haya una convivencia como en una familia. Que puedan vivir la acogida, la solidaridad entre ellas, el compañerismo... que puedan decir que su estancia en España ha estado provechosa y cómoda. Queremos ir más allá de la cobertura de necesidades básicas, queremos ir más al fondo porque sabemos que si cambiamos el fondo, cambiamos la forma. Queremos que se puedan sentir queridas y acogidas”.
La respuesta de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios en España
La respuesta de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios en España permite la acogida residencial temporal en 15 ciudades a un total de 300 personas de nacionalidad ucraniana, de mutuo acuerdo con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El Programa se mantendrá activo al menos hasta 31 de diciembre de 2022 y, previsiblemente durante el primer semestre del 2023.