Bea Lezcano, integradora social del CRI Hort de la Vila
Poder ver que la persona consigue pasar este proceso, esta situación, y llegue a cumplir sus objetivos, es lo más enriquecedor que hay.
Bea Lezcano ha estado casi 5 años haciendo voluntariado y colaborando con Sant Joan de Déu Serveis Socials. Actualmente es parte del equipo profesional del centro Hort de la Vila. Hemos querido charlar un poco con ella para descubrir qué le motivó a ser voluntaria, conocer las diferencias entre ser voluntaria y ser profesional en la entidad; y para conocer su visión acerca del voluntariado en el ámbito social.
¿Cuándo empezaste como voluntaria en la entidad?
Empecé hace ya 5 años. He estado cuatro años y medio como voluntaria, hasta el pasado mes de julio, ya que entonces empecé como integradora social en Hort de la Vila y no era posible compaginar las dos cosas.
¿A parte de SJD Serveis Socials, has colaborado con alguna otra entidad?
A nivel local, en Barcelona, siempre he estado en Sant Joan de Déu. Pero hace no mucho tiempo, llevé a cabo un par de voluntariados internacionales, el primero fue durante el 2017 en Guatemala y, el segundo, fue en Tanzania en el 2020.
¿Con qué te quedarías de estas experiencias?
Me quedo con las personas. La experiencia más bonita es lo que las personas te enseñan.
¿Qué te movió a iniciarte en el voluntariado?
Yo trabajaba en una multinacional, un mundo que no tiene nada que ver con éste. Trabajaba muchísimas horas hasta que, un día, empecé a plantearme cuáles eran mis hobbies y me di cuenta que no tenía hobbies, no sabía lo que me gustaba hacer en mi tiempo libre. Entonces, descubrí que quería aportar algo a la sociedad y hacer algo por los demás. Tiempo después me di cuenta que cuando haces voluntariado recibes muchísimo más de lo que das.
¿Qué has hecho durante todos estos años como voluntaria?
Empecé con tareas en el comedor de Creu dels Molers y, poco a poco, fui participando en más temas como acompañamientos al hospital, actos de concienciación sobre el colectivo sin hogar, tareas de alfabetización, refuerzo escolar, etc. He podido tocar varios puntos del voluntariado y, la verdad, todo te enseña, todo te aporta.
Háblanos de esta tarea de acompañamiento al médico
El acompañamiento al médico se hace con aquellas personas que tienen más problemas de salud. Se basa en acompañarles a hacerse las pruebas que necesiten y hablar con el médico. Hay que ser consciente que muchas de estas personas tienen barrera idiomática, no hablan bien el idioma y necesitan que alguien hable con el personal médico para ver qué directrices hay que seguir.
También comentas que contribuías a que se sacaran el graduado en ESO
Se trata de ayudarles con las materias en las que tienen problemas, explicándoles todo aquello que no entienden y ayudándoles con los ejercicios y trabajos que deben realizar. Es una muy buena iniciativa, ya que, con el graduado en ESO, estas personas pueden acceder a muchas y mejores oportunidades. En muchas ocasiones se trata de personas que no solo tienen la oportunidad de integrarse, sino que pueden aportar mucho a nivel profesional en nuestra sociedad.
¿Qué te ha aportado tu tiempo como voluntaria en tu nueva situación como profesional de la entidad?
No es lo mismo entrar como profesional sin conocer al colectivo, que entrar como profesional llevando ya varios años tratando con ellos, conociendo su situación y cómo esta situación afecta a distintos ámbitos de su vida como la salud, la búsqueda de empleo, etc. El voluntariado también me ha enseñado cosas como el modo en el que funciona el sistema social actual, los recursos de los que se dispone… El voluntariado ha sido un proceso de aprendizaje en muchos aspectos.
¿Cómo te sentías siendo voluntaria y ahora cómo profesional de la entidad?
Una de las cosas que más sentí como voluntaria es la dedicación y el tiempo que tienes de tú a tú con la persona. Creas una sinergia de querer ser útil para la otra persona y, eso, es algo muy humano. También, el poder conectar con esas personas. El voluntariado te da la posibilidad de conocer sus historias y, al final, acabas conectando muchísimo con ellos.
Tras 6 meses como profesional creo que he mantenido esa esencia de disfrutar. Es verdad que, en el día a día, no puedo dedicar tanto tiempo a cada persona de manera individual como lo hacía siendo voluntaria, dado que debo atender a todas las personas del centro, pero la esencia de poder atenderlas, escucharlas y entenderlas, me lo ha enseñado el voluntariado y es algo que tengo integrado.
¿Cuál consideras que es el aspecto más importante de tu trabajo?
Para mí es el respeto, la vinculación con la persona y el espíritu de asistencia y de ayuda a los demás. Los residentes son personas que están pasando por un momento muy difícil y de vulnerabilidad por el que podría pasar cualquier persona; por lo que merecen el mismo respeto, igualdad y dignidad que cualquier otra.
¿Cómo es el vínculo entre residentes, profesionales y voluntariado?
Creo que es una relación muy cercana. Después de tanto tiempo, se crea esta relación con ellos, una relación en la que les coges mucho cariño a todos. Para mí es como la relación o vinculación que tendrías con tus compañeros de trabajo también. Al final todos queremos que haya un buen ambiente y que estemos todos a gusto conviviendo en un mismo espacio.
Si te tuvieras que quedar con solo una cosa de tu trabajo, ¿cuál sería?
Del voluntariado me quedo con que te da mucho más de lo que tú das
, es una experiencia increíble. El hecho de no tener expectativas, es decir, tú vas, intentas dar lo mejor de ti y recibes muchas cosas que no esperabas recibir.
Y, como profesional, me quedo con poder dedicar tantas horas a estas personas porque, al final, poder trabajar en algo que es vocacional y te encanta, es un gusto. Cuando eres profesional, eres partícipe de la mejora del proceso de las personas y eso es muy bonito. Poder ver que la persona consigue pasar este proceso, esta situación, y llegue a cumplir sus objetivos, es lo más enriquecedor que hay.
Cuando dices que el voluntariado te da más de lo que tú das, ¿a qué te refieres?
A aprendizajes. Aprendizajes en todos los niveles. Con el voluntariado aprendes a través de la persona, de su experiencia, de su historia. Y, además, al conectar con esa persona aprendes muchas cosas de ti mismo, sobre tus emociones, tus sentimientos… e incluso llegas a descubrir algunas cosas de ti que no sabías.