Asun Romero, voluntaria
"Para mí el voluntariado es una necesidad inconsciente. No siento que hago un bien, simplemente participo de un proceso".
Asun Romero es voluntaria del CRI Hort de la Vila desde 2013, y veterinaria de formación. Se dedica a la investigación médica.
En SJD Serveis Socials impulsó el taller de Arteterapia y actualmente lleva el taller de restauración de muebles.
¿Cómo empezó la idea de hacer Arteterapia?
Inicialmente se hacía un taller de pintura. El taller era un lugar de encuentro. Al principio venía mucha gente, se hacía pintura con diferentes técnicas: acrílico, carboncillo, colores... Había gente que sabía más, otras menos... pero era bonito porque era un lugar donde nos encontrábamos.
Sí que es cierto que había gente que era muy potente. Se hacían exposiciones que eran muy chulas y se vendían los cuadros de los residentes. Realmente recuerdo dos personas, Juan y Miroslav, que eran una pasada, tenían mucha sensibilidad. De hecho, creo recordar que alguno de ellos era pintor de brocha fina, pero pasaban por situaciones muy difíciles... el tiempo que compartíamos en el taller les servía y les iba muy bien. Y a mí también.
¿Cómo has vivido la pandemia como voluntaria?
Pues, sinceramente, con un poco de tristeza.
¿Y como ha sido la reincorporación al voluntariado?
¡Con ganas! Durante la pandemia no podíamos venir de manera presencial, pero se organizaron unos encuentros los viernes virtualmente. Ahora, cuando he vuelto, me da la sensación de que mucha de la gente que conocía ya no está. Me he encontrado gente que no conocía y mucha gente joven.
¿Qué supone el taller para las personas que asisten?
La gente que está ahora es porque le gusta y realmente está motivada. Viene a trabajar. Sí que quizás viene alguien, entra, charla un rato, y se va, pero los que lo están haciendo es porque realmente lo necesitan y lo quieren hacer.
¿Es una manera de canalizar emociones?
Sí. De hecho, en mi caso, cuando iba a clase de pintura aprendí mucho. Yo soy muy de que cuando empiezo algo tengo que terminarlo, y el profe me decía: "tú ahora pintas una ventana, no hace falta que la acabes. Ya lo acabarás. Y si cuando la acabas no te gusta, vuelves a empezar ". Entonces aprendí a manejar mi tiempo y relajarme. Entender que no todo tiene que acabar ya. Yo creo que a ellos también les debe pasar, también se sienten acompañados. Es un taller donde todos ganamos.
¿Cómo ves el futuro del taller de restauración?
Durante este trimestre se hace esto, después pintura ... No sé. Pero la idea sobre la que se basa el taller es introducir el concepto de restaurar a la persona en sí, de que les sirva como punto de reflexión
. La Arteterapia es eso. De hecho, a nivel médico hay hospitales que utilizan estas técnicas con pacientes con dolor crónico. Supongo que la idea de hacer este taller de Arteterapia comenzó así.
Tiene mucho sentido dividir el taller en períodos y hacer diversas manualidades, porque si no la gente también se cansa. Ahora el objetivo es la restauración y cuando acabemos, haremos otra cosa.
¿Cómo te nace la idea de hacer voluntariado?
Cuando mi hija comenzó a hacerse más independiente, yo necesitaba hacer más cosas. Yo vivo en Sant Joan Despí y allí me apunté en un centro de día del Ayuntamiento donde necesitaban manos. Es vocacional. Necesito hacer algo. Cuando me entrevistaron aquí me hicieron la misma pregunta y dije la típica frase de "quiero ser solidaria con el mundo"... sencillamente para mí es ocupar mi tiempo en estar aquí. Es muy simple.
¿Qué te aporta?
Me da tranquilidad y sí es cierto que aprendo mucho. Por ejemplo, con todo el tema de la pandemia me he dado cuenta de que desde el punto de vista sanitario entendía lo que estaba pasando, pero como persona mi cerebro no podía procesar lo que estaba viviendo. Me di cuenta que, tal vez de manera un poco egoísta, necesitaba cuidar. Saber cómo estaba mi madre, cuidar de mi hija... pero también necesitaba saber que se preocupaban de mí. Esto me hizo pensar que el no poder venir aquí (al CRI Hort de la Vila) me creaba inquietud. Aquí hemos creado un espacio donde la gente que viene realmente se encuentra muy a gusto y lo necesita.
¿Qué es para ti el voluntariado?El voluntariado es acompañar
.
En San Juan de Dios nos cuidan. El voluntario tiene peso, nos tratan como a uno más. Participas de la actividad de la entidad. Hacen muchas formaciones y te acompañan también. Aquí ves que te respetan, que respetan tu tiempo y que están valorando mucho tu labor. Tú sientes que eres importante y todavía te involucres más. Te atrapa. Nos cuidan mucho. Veo que puedo ayudar dedicando un rato y poniendo ilusión. Siento que para mí el voluntariado es una necesidad inconsciente. No siento que hago un bien, simplemente participo de un proceso.