El camino hacia el Derecho a la vivienda sigue siendo un callejón sin salida
El sinhogarismo es un problema de orden público que no deja de aumentar.
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Tere Bermúdez
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Últimamente, se ha extendido la preocupación entre la ciudadanía sobre el acceso a la vivienda o la capacidad para mantenerla. Los medios de comunicación se han hecho eco de esta problemática extendida a gran parte de la población que tiene dificultades para encontrar una vivienda adecuada y asequible. Los precios medios del alquiler superan los 1.000 euros en Barcelona [1] y en otros municipios catalanes [2] y los precios de las habitaciones en las ciudades más tensadas se encuentran alrededor de 600 euros [3].
El sinhogarismo es un problema de orden público que no deja de aumentar tal y como recoge la diagnosis de la Xarxa d’atenció a persones sense llar [4] o el Marc d’acció per l’abordatge del sensellarisme a Catalunya 2022-2025 [5], una problemática visible en las calles de nuestras ciudades e invisible en viviendas insalubres e inadecuadas, masificadas, en habitaciones compartidas, en habitaciones de hostales, en tiendas de campaña o en naves ocupadas.
Desgraciadamente, las medidas para abordar el problema siguen siendo insuficientes tanto en la disposición de una estrategia global (como política pública) a largo plazo y dotada de un presupuesto adecuado o en el despliegue, tramitación o aprobación de Leyes dirigidas a la erradicación del sinhogarismo. Tenemos ejemplos recientes como el de la Ley 12/2023, del 24 de mayo, por el derecho a la vivienda [6] donde no se regula o lo hace muy tímidamente los precios del alquiler, las viviendas turísticas o las medidas hacia los grandes tenedores… o la Proposición de Ley de medidas transitorias y urgentes para hacer frente y erradicar el sinhogarismo [7] que, con el anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña en mayo de 2024, ha quedado detenida su aprobación. Esta proposición de Ley pretende otorgar el derecho subjetivo a un espacio residencial digno a personas en situación de sin hogar y así combatir el sinhogarismo callejero mientras no se articulan o despliegan otras Leyes de vivienda que garanticen este Derecho humano.
Y así con medidas tímidas, paradas, insuficientemente desplegadas o poco valientes políticamente es como el camino hacia el Derecho a la vivienda sigue siendo un callejón sin salida para la mayoría de la población y, especialmente, para la más vulnerable.
[1] https://habitatge.gencat.cat/ca/dades/indicadors_estadistiques/estadisti...
[2] https://habitatge.gencat.cat/ca/dades/indicadors_estadistiques/estadisti...
[3] https://www.totbarcelona.cat/economia/preu-compartir-habitacio-barcelona...
[4] https://ajuntament.barcelona.cat/dretssocials/sites/default/files/arxius...
[5] https://dretssocials.gencat.cat/web/.content/01departament/05plansactuac...
[6] https://portaljuridic.gencat.cat/eli/es/l/2023/05/24/12
[7] https://www.parlament.cat/document/bopc/247769417.pdf#page=7 [1] Ref.: OL ESP 1/2023. Según el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho a una vivienda adecuada es un derecho de todos, del que debe disfrutar toda persona humana, independientemente de su ciudadanía y sujeto al principio de no discriminación.
Este artículo ha sido publicado en Voluntaris.cat a fecha 24/04/2024